jueves, 31 de mayo de 2012

La depuradora que nos limpia... los bolsillos

Si eres vecino de Villamuelas seguramente ya sabes que la depuradora de nuestro pueblo que se encuentra en el Camino de la Charca está completamente abandonada desde el 20 de junio del año pasado, siendo su cierre una de las primeras "medidas" en tomar el actual equipo de gobierno.


Pero es posible que no te hayas dado cuenta de que, aunque la depuradora lleva un año sin funcionar, en la factura del agua que recibimos cada trimestre estamos pagando una cuota fija de seis euros por ella, a los que se suma una cuota variable de 0,55 euros por metro cúbico facturado, en función del consumo de agua.


Según los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2001, los últimos disponibles, en Villamuelas había 375 viviendas familiares. Desde entonces se han construido casas nuevas y también se han deshabitado otras, por lo que la cifra actual debe ser bastante cercana a este número. También con los datos del INE en la mano, el consumo medio por hogar está en torno a los 175 metros cúbicos, los que supondría que como tasa variable cada hogar está abonando una media de 96,25 euros, a los que se suman los 24 euros de la couta fija. Es decir, con 375 viviendas pagando 120,25 euros al año por la depuradora, en el tiempo que ésta lleva cerrada el Ayuntamiento ha ingresado nada menos que 45.100 euros.


Ahora bien, la ley actual prohíbe que el dinero que se recauda con un objetivo específico, como es el caso del mantenimiento de la depuradora, se dedique a otras cosas. Es, por tanto, un dinero que el Ayuntamiento no está usando para ninguna otra partida del presupuesto, ni a pagar facturas, ni a reducir nuestra deuda. Pero también es cierto que ni un euro de estos 45.100 se ha dedicado a la depuradora, que está cerrada a cal y canto. Así pues, a día de hoy no sabemos a qué se ha dedicado todo ese dinero ni dónde está. Y estamos hablando de más de siete millones y medio de pesetas.

¿Se está yendo nuestro dinero por el sumidero?

miércoles, 30 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Parole, parole, parole

Hoy, 22 de mayo, se cumple un año de las últimas elecciones. Quizá hoy, celebrando este aniversario, sea un buen momento para recordar lo que prometió entonces el alcalde en su programa electoral.



¿Ampliación del horario del pabellón... cerrado precisamente desde hace un año? ¿Aprovechamiento de la biblioteca... que ahora abre dos horas a la semana? ¿Talleres de manualidades y acercamiento a Internet... que nadie ha visto? ¿Fomento del ahorro energético... gastando 2.200 euros en iluminar la iglesia de madrugada?

Como se indica en el programa, teniendo en cuenta la situación económica en la que nuestro pueblo se encuentra, debemos ser coherentes con el presupuesto disponible para disminuir esta deuda. Si el programa se escribió para ser "coherentes" con la situación del pueblo, ¿incumplirlo sistemáticamente también es "coherente"?

Puedes confiar, decían. Está quedando demostrado, desde luego.

miércoles, 16 de mayo de 2012

¿Hacen falta más luces?

A estas alturas ya conocemos las medidas que Julián Pérez, el alcalde de Villamuelas, está tomando aprovechando la crisis. Él dice que son las medidas que había que tomar, que había que hacerlas y que no se podía haber hecho otra cosa. Pero, ¿es cierto? Con unas matemáticas muy simples podemos ver como realmente no es así.

Esta es una foto tomada en nuestra Iglesia, este mismo fin de semana de madrugada. Iluminada como si esperáramos la visita del Papa o como si quisiéramos usarla de foco para guiar a los barcos del Mediterráneo, a solo unos pocos cientos de kilómetros de nuestra Mesa de Ocaña.


Evidentemente, nada de malo tiene mostrar nuestros monumentos. Pero, mientras el alcalde mete la tijera al presupuesto municipal, ¿tiene el menor sentido que siga dejando encendida toda la madrugada la iluminación de la Iglesia, cuando nadie va a estar por allí para verla? Creemos que no.

Si el gasto parece excesivo simplemente sabiendo que esas luces pasan encendidas toda la noche, más aún lo resulta cuando echamos las cuentas en detalle. Sabemos que la iglesia se ilumina con nada menos que veinte focos:


Estos focos están encendidos toda la noche, durante todo el fin de semana, todos los fines de semana del año. Es decir, al cabo de un año están encendidos 1.872 horas. Cada foco tiene una potencia de 400 W, como se puede ver aguzando la vista o con la ayuda de unos prismáticos. Es decir, sumando todos los focos estamos hablando de un consumo de 14.976 kWh al año. Con un precio medio por kWh de 0,15 euros, esto supone una factura de electricidad de 2.246 euros al año.

¿Por qué el alcalde recorta en servicios públicos mientras paga 2.246 euros en iluminar de madrugada la iglesia? ¿Dónde está aquí la austeridad? ¿Dónde la racionalización del gasto público? ¿De verdad el mejor destino para nuestros impuestos es tener veinte focos encendidos a las tres de la madrugada?

jueves, 3 de mayo de 2012

Saluda de nuestro alcalde

¿Quién dijo que el alcalde no se acuerda de la Biblioteca?

miércoles, 2 de mayo de 2012

Libertad de expresión en Villamuelas

Éste es un cartel que estaba colgado en la Biblioteca, que como sabéis el actual alcalde quiere cerrar de modo totalmente injustificado. Al parecer a alguien (con llaves, evidentemente, porque la biblioteca estaba cerrada durante las fiestas) le molestaba que se pudiera ver desde fuera y así es como nos lo hemos encontrado hoy: